Últimamente y muy probablemente debido al verano las tendencias de los vestidos están cambiando mucho y cada vez es más habitual ver una clara línea informal dominando cualquier espacio y cualquier tiempo, de forma que se pueden ver los mismos estilos de vestido tanto de noche como de día.
Éste es el caso de los vestidos con estampados, los cuales al parecer se han hecho un hueco en la moda de forma que la mujer los puede utilizar para cualquier evento. Lo mismo da que sea una comida familiar que una fiesta con las amigas, estos vestidos tienen muy buena aceptación y ofrecen la ventaja de ser extremadamente cómodos y además casi siempre muy asequibles.
Suelen ser vestidos cortos, claro está, ya que el estampado tampoco se puede extender mucho para no acabar abrumando a la vista a las demás personas. El toque perfecto está en el punto medio, por lo que una longitud medio-corta resulta ser perfecta para esta clase de vestidos.
Eso sí, ¡mucho ojo con los zapatos! muchas mujeres fallan al conjugarlos con estos vestidos y por ello hay que elegirlos muy bien antes de comprar ningún zapato sin saber previamente qué estampado tendrá el vestido.