Si algo no debe faltarle a una mujer dentro de su guardarropas es algún vestido, en tanto éste resulta una pieza comodín, digna de ser escogida para cualquier evento o cita que nos implique lucir bellas, coquetas y femeninas, a la vez que acordes con la jornada o situación a la que estemos invitadas.
Ya sea en el trabajo, almuerzos o cenas laborales, una cita romántica, una fiesta o una salida con amigas, el vestido siempre nos sienta bien y jamás pasamos desapercibidas enfundadas en uno de ellos.
Y si algo hemos aprendido en estas épocas de crisis es a sacarle el máximo provecho a una misma prenda, cambiando algunos detalles generales al punto de generar un look diverso y poder optar por la misma pieza en más de una oportunidad sin que nadie lo note.
A la hora de salir a comprar un vestido, elige ante todo un ‘Little black dress’, un básico que sirve para cualquier hora del día y para cualquier ocasión, a la vez que es elegante, favorecedor y no pasa de moda.
Ahora bien, si ya cuentas con uno de esos, anímate a escoger un vestido de color intenso, como el rojo, un tono que realza cualquier look y que siempre da un toque desenfadado a tu imagen.