¿Sabías que una persona pierde cerca de 100 cabellos diariamente? Y durante los meses de otoño, ¡esa cantidad puede triplicarse!
Con el frío no solo debemos abrigarnos, también tenemos que preparar nuestro cabello para sobrevivir a la temporada. Si bien secae todo el tiempo, en otoño sucede con mayor intensidad como parte de un proceso normal de renovación, que vuelve a nacer pasados unos meses sin necesidad de recurrir a vitaminas ni lociones anti-caída
La causa principal es que las horas de luz solar disminuyen y esto afecta la producción de hormonas en la glándula pineal, las que causan la mayor pérdida del cabello. Aunque no es para alarmarse, hay ciertas técnicas que lo fortalecerán y harán que luzca brillante y saludable:
– Si después del verano tu pelo se encuentra opaco y quemado, lo mejor es reparar esos daños hidratándolo con la aplicación de una mascarilla o tratamiento restaurador intensivo una o dos veces a la semana.
– Sabemos que hace frío, y que el cabello se demora más en secarse, pero disminuye las herramientas de calor como el secador de mano y plancha.
– Recórtate un poco las puntas partidas o resecas en una peluquería.
– Como no estarás expuesta mucho al sol, es importante que prefieras alimentos ricos en vitamina D, que es vital para la salud de tu piel, cabello y uñas, y que tu cuerpo la produciría si te expusieras por 15 minutos diarios a la luz solar. La encontrarás en pescados, huevos, algunos cereales, leche, yogurt y queso (según estudios, el yogurt griego contiene una de las mejores proteínas para hacer crecer el cabello más rápido y con brillo).
La caída de cabello en esta época no cambiará si cepillas tu pelo con cuidado o evitas peinados tirantes; la raíz está a medio centímetro de profundidad por debajo de la piel, por lo que si lo arrancas fácilmente es porque ya se encuentra en fase de renovación.