Cuando nos enteramos de que estamos embarazadas se lo contamos a nuestras familias, nuestras madres y las abuelas de la criatura, muchas de ellas rápido cogerán las agujas y se pondrán a tejer unos patucos. Los patucos son el regalo estrella de la ropa para el bebé. Los patucos son los primeros calcetines que le pondremos al bebé, y se suelen confeccionar en punto o ganchillos, además se les pone una cinta alrededor para sujetarlos a los pies. Como ya he dicho antes suelen ser obra de las manos más hacendosas de la familia. En otras épocas todas las mujeres sabían hacer labores y confeccionaban la ropa para sus hijos. Ahora eso se ha perdido, en parte por la incorporación de la mujer a la vida laboral fuera del domicilio, y en parte también por la aparición de máquinas de confeccionar industriales que han abaratado el producto.
Los patucos se tejen a juego con chaquetas abiertas por atrás en el color del sexo del bebé. Si no se conoce, se suele optar por tejerlos en un color neutro como el blanco o beige. A mi me encantan, son en sí una prenda adorable y también un regalo muy recurrido para un recién nacido. La cinta para sujetarlos a la pierna es un lazo del color del sexo del bebé o blanco. Los de punto, son prendas muy delicadas y requieren de un cuidado especial a la hora de lavarlos. Se aconseja el lavado a mano y con jabones especiales.
Yo solía tener una buena cantidad de patucos porque mis bebés tenían la tendencia de descalzarse a todas horas. A mí me los confeccionaron mi madre y mi abuela y un buen número me vino en regalos. No son difíciles de realizar, pero yo no me animé y preferí dejar la tarea en manos de las personas que sí sabían tejer. A mi hija la encanta verlos ahora y ponérselos a sus muñecos, porque es para lo que luego quedan para vestir a los muñecos de las niñas o de recuerdo. Con una moda infantil tan cambiante me hace ilusión que todavía se sigan utilizando prendas de las de antes.