Las botas de invierno son un elemento esencial para vestir a los niños sobre todo en los sitios donde el clima es más duro. Las botas ayudan a sobrellevar las inclemencias del invierno siendo una parte fundamental de la moda infantil de invierno y juvenil. Habitualmente antes a los niños se le solían poner las mismas botas lloviera o no, confundiéndose botas de invierno con “katiuskas” o botas de agua pero estas botas en aquella época eran muy frías y no transpiraban. Después vinieron las botas forradas con borreguito que sí mantenían el pie caliente pero sí llovía bastante se calaban. A mi hija le suelo comprar botas normales de cuero preferentemente en color marrón o negro que van con todo. Aunque no sé por qué me gusta más el color marrón.
También ahora se estilan mucho las botas de montaña o senderismo porque están confeccionadas con un material llamado gore tex que repele el agua y a la vez mantiene el pie caliente. Algunos padres rechazan estas botas porque las encuentran demasiado pesadas para los pies de sus hijos y es verdad es que estas botas estarían más destinadas a ponerlas con ropa de sport ya que con ropa más clásica no combinan bien. Con ropa clásica combinan bien las botas normales, ahora las hay de muchos tipos, incluso se llevan para las niñas las botas tipo de montar a caballo, es decir que llegan hasta la rodilla. También se llevan a media caña con una vuelta bien de borreguito o de otra clase de piel de pelo de imitación. Se llevan a todas las larguras, incluso botines.
Las botas se llevan tanto para niño como para niña. Para niño se llevan las de cordones en tonos azules o granates. También existe un tipo de zapato abotinado que se abrocha a un lado con velcro, éstos son muy vistosos sobretodo en charol rojo. Yo encuentro muy cómodas las botas para el invierno, son fáciles de calzar y fáciles de limpiar. Van bien tanto con pantalones como con faldas, claro, con lo único que no van es con el chándal. Suelen ser permitidas en todos los colegios ya usen uniforme o no.